lunes, 7 de enero de 2013

LOS BAILES


El paso del Sol y el pase del Niño es quizá el San Juanito en sus orígenes. Según Pérez de Baradas, Xuan o Juan llamaban los Chibchas al Sol. Silvio Luis Haro manifiesta: "Los indios de Imbabura conservan la tradición de que su patrón San Juan vino de Colombia...".
Para el indígena bailar el San Juanito expresa un mensaje comunitario de unidad, sentimiento, identidad y relación con la madre tierra (Pacha mama). Para el mestizo bailar el San Juanito tiene un mensaje de algarabía e identidad nacional.
Ritmo y danza de origen prehispánico característico de la región oriental, se interpreta con un tamborcillo y un pito. El yumbo es el personaje que interpreta este baile, el mismo que pinta su cara con varios colores, adorna su cabeza con plumas y guacamayos disecados, en su cuerpo lu­cen pieles de animales salvajes, cuenta con alas de cochinilla, insectos de llamativos colores, se­millas, generalmente llevan en sus coreografías una lanza de chonta o de cualquier otra madera.
Yaraví es la palabra con que los españoles designa­ron a los cantos melancólicos indígenas. Ciertos investigadores coinciden en decir que se tratan de los ritmos que hablan de los muertos. Se afirma también que la palabra deriva de los vocablos qui­chuas karawi o haravec que en tiempos de los incas significaba "cualquier aire o recitación cantada".
No tiene una vinculación directa con la danza, pues es una composición que pretende expresar el sentido ínti­mo de quien lo canta. Es una melodía propia de la geo­grafía andina, interpretada con pingullo o quena por­que emiten sonidos agudos, hermosos y melancólicos. Los yaravíes se interpretan en funerales como despedi­da al difunto, su letra y música muy melancólica arran­ca lagrimas a los asistentes.
El Danzante es un personaje ataviado con trajes elegantísimos y de mucho valor, de los que cuel­gan cantidades de monedas de plata y adornos cotosos, en su cabeza luce un adorno que simula un altar gobernado con penachos de vistosas plumas, es un verdadero honor ser danzante ya que se goza de ciertos privilegios dentro de la comunidad, aparte del respeto ganado este puede in­gresar a las casas sin ser invitado, sentarse a la mesa comer los platillos preparados para la fiesta y partir sin dar las gracias.
El ritmo danzante se interpreta con un tamborcillo y un pingullo, va acompañado de golpes de percusión. Su interpretación coreográfica es un semi-zapateado con pasos hacia adelante, hacia atrás, hacia los lados y en círculo ya sea a la izquierda o la derecha. Generalmente las parejas de baile se forman entre hombres o entre varón y mujer.
El pasacalle criollo, es el mismo pasodoble español con melodía típica del Ecuador. El nombre de pasacalle se relaciona con la danza denominada pasacaglia que integraba la suite barroco. La pasacaglia, llamada también chacona parece derivarse del español pasa y calle y del italiano paso di géllo (paso de gallo). Su danza es una especie de zapateo vivo, que se efectúa con los brazos levantados, doblados y los puños cerrados.
Los pasos hacia delante y atrás y con vueltas hacia la derecha e izquierda. Los pasacalles son interpretados por las bandas. Casi todas las ciudades del Ecuador tienen un pasacalle escrito en su nombre los más famosos son: Ambato tierra de flores, Ambateñita primorosa, El Chulla Quiteño, Chola Cuencana, Soy del Carchi, Riobambeñita, Azogueñita, Guayaquileño, Alegre pla-yita mía, etc.
Ritmo musical muy alegre, interpretado con banda, típico en todas las festividades de los pueblos indígenas y mestizos.
Gerardo Guevara Viteri, opina que la tona­da es una variedad de danzante desarrolla­do por los mestizos. Su base rítmica se pare­ce mucho a la tonada chilena escrita en tonalidad mayor, la tonada del Ecuador es escrita en tonalidad menor.
Al parecer la guitarra tienen mucho que ver con el aparecimiento de la tonada, su nom­bre posiblemente deriva de la palabra tono.
Música y baile mestizo, propio de la provincia de Chimborazo, según Costales viene del verbo quichua Capina que significa exprimir.
Es una tonada muy alegre y movida donde se pone a prueba la aptitud física de la pareja que lo interpreta haciendo pases y entradas con muestras de picardía y galanteos.
Piedad Herrera y Alfredo Costales, manifiestan que el Capishca es una tonada que cantan los vaqueros del Chimborazo con versos quichuas y castellanos, su ritmo es muy similar al albazo.
Un ritmo algo difícil de definir sus orígenes, se cree que su nombre proviene del Fox Trot (Trote del Zorro), es una especie de "ragtime" norteamericano, data de la primera época de este siglo, tiene cierta similitud con el jazz, sin tener nada que ver con este.
La Bocina es la melodía más representativa de este género, su autoría es atribuida al compositor Rudecindo Inga Vélez, esta canción expresa de una manera melancólica y bella el sentimiento del pueblo indígena.
Las primeras melodías que se compusieron, tienen similitud con el fox norteamericano, en este ritmo se conjugan escalas y modalidades penta fónicas, tienen un tiempo lento por lo cual es más para escuchar que para bailar. Otras combinaciones se pueden mencionar al incaico, yaraví, shimmy incaico.
Con este nombre se conoce a un sinnúmero de composiciones musicales populares que general­mente tienen un carácter alegre y bailable, suelto y de tonalidad menor. Su origen parece estar en el norte del Ecuador, sus raíces provienen de la música indígena interpretada con arpa.
Luis Humberto Salgado Torres, considera que impropiamente a los Aires Típicos se los llama Cachullapis y algunos lo conocen como rondeña.
Nicasio Safadi Reyes, Carlos Rubira Infante entre otros son los más grandes exponentes del aire típico ecuatoriano, el baile guarda mucha similitud con el Albazo.
FORMAS ARMÓNICAS CRIOLLAS
Algunas melodías ecuatorianas pueden considerarse como producto de la mezcla entre la apor­tación indígena y la española. De los ritmos mestizos o criollos, los más representativos son: alba­zo, tono del Niño, pasacalle y pasillo.
El costillar, el alza que te han visto son parte del compás criollo, al igual que el carnaval conside­rado parte del folklore social, íntimamente relacionado con el musical.
En la obra Música de los Incas, de Segundo Luís Moreno, se des­cribe al albazo como una "composición criolla en la que no han tenido la más leve intervención los indígenas".
El nombre de albazo es sinónimo de alborada, de madrugada y se ha convertido en aire o ritmo, debido al uso que se entregó a la algarabía festiva y bulliciosa de la música, cohetes, petardos y del jolgorio, en general, que se desarrolla en las poblaciones con motivo de una celebración en el mismo día de la fiesta o en la víspera.
El albazo, de forma caprichosa y elegante, cuyo origen está en cier­tas melodías autóctonas, según afirma Segundo Luís Moreno, no tiene similitud con la alborada española,".. .fue obra de los blan­cos pues aquí como allá, el medio ambiente y la naturaleza física, imprimieron sus respectivas características a una y otra composi­ción. ..".
Nuestros tonos del niño nada tienen de similar a los villancicos españoles. Los tonos del Niño se cantan en las novenas de Navidad, en las mismas que por esta época se celebran y en los pases del Niño que son parte del folklore de la región azuaya, en especial. Se afirma que en el año de 1700 el fraile franciscano Fernando de Jesús Larrea compuso una novena en la que se incluyó uno de los tonos o villancicos más difundidos: Dulce Jesús mío. En las navidades cuencanas, tiene gran popularidad el que lleva el nombre de Bien Venido Seas.
Ritmo melancólico que expresa hermosos versos dedicados a la mujer, al ser amado, algún sentimiento o recuerdo grato. Se cree que es una adaptación del valse europeo, su nombre se puede tra­ducir como "baile de pasos cortos", al parecer surgió en el siglo pasado en los territorios que comprendían La Gran Colombia.
Julio Jaramillo Laurido •(+), Pepe Jaramillo Laurido (+), Carlota Jaramillo (+), Dúo Benítez y Valencia (+), Lidia Uquillas, las hermanas Mendoza Suasti, hermanos Miño Naranjo, hermanos Villamar, etc. fueron y son los máximos exponentes del pasillo ecuatoriano, recorrieron muchos países interpretándolo, entre los temas más famosos tenemos: Fatalidad, Nuestro juramento, Guayaquil de mis amores, Sombras, etc.
El costillar es una danza criolla que tiene intima relación con la cuadrilla y la contradanza euro­pea. Se halla entre una y otra, en cuanto a la extensión y desarrollo, siendo más amplia que la con­tradanza y de menos extensión que la cuadrilla.
Esta danza tiene un tratamiento más técnico en el ritmo, como también de los giros melódicos. Junto con "El alza que te han visto", el costillar tuvo una difusión notable en la época republica­na de donde proviene su sobrenombre de ají de queso.
También llamado Alza, en 1865, Hassauek dedica unas líneas a un baile "lento y monótono", alcanza gran popularidad en el siglo XIX, la primera partitura que se conoce de este ritmo data de 1865, pertenece al compositor Juan Agustín Guerrero, quien registró la melodía en la ciudad de Guayaquil.
El Alza que te han visto, pertenece al género de bailes sueltos y alegres, en este baile la pareja con pañuelos o sin ellos, hacen entradas y atenciones que gustan a los bailarines y espectadores. Para algunos investigadores el alza era el nombre de una tocata y danza muy alegre y tan popular como el costillar.
Segundo Luis Moreno, explica su estructura y su baile de esta manera "El baile tiene forma espe­cial típica, algo exótica y suelto como todas las danzas criollas" también indica que esta era una danza cantada que no tenía versos propios, pues cada cantor usaba los que más le parecían, ha­ciendo menciones o alusiones a la condición física, moral o social de la pareja que lo interpretaba.
El Alza, se interpreta con arpa y guitarra, en la actualidad se lo baila en las fiestas de la Virgen del Cisne (Provincia de Loja).
Su repertorio incluye alegres y movidas danzas, así como piezas religiosas a los santos católicos y a los muertos. La Ca­derona, Andarele, Fabriciano, Canoita, etc. corresponden al primer tipo; y, los arrullos, alabados y chigualos, al segun­do.
Es ritmo afro-ecuatoriano, típico del va­lle del Chota (Provincia de Imbabura), y de la cuenca del río Mira (Carchi), donde se encuentra un asentamiento negro, que tiene sus propias características y cos­tumbres.
Este es un baile alegre al son de un tam­bor o barril que en uno de sus lados se ha templado una piel, este género musical cantado y bailado ameniza las fiestas de este rincón hermoso de nuestra patria donde sus habitantes bailan sin cansar con una botella de licor sobre su cabeza.
Entre las bombas más conocidas tene­mos: La Bomba de la Soltería, María Chunchuna, Chalguayacu y la más fa­mosa "La Carpuela".

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